Título original: Life on Mars series 2
Año: 2007
País: Reino Unido
Cadena original: BBC
Con: John Simm, Philip Glenister, Liz White, Dean Andrews, Marshall Lancaster.
Reseña: Hugo C
193. Continúo saqueando mi pila de reseñas pendientes, hoy con la correspondiente a la segunda parte de esta estupenda serie de la BBC. ¿Se ha dado cuenta el sagaz lector de que si bien no dudo en calificar cómics, libros y películas, nunca he calificado una serie de TV? Es que a mi juicio, no sería justo darle un grado a una temporada, ya no hablemos de una serie completa, y en todo caso, habría que evaluar cada episodio individualmente, lo que terminaría desembocando más en un libro –o cuanto menos, una monografía– que en una reseña.
Para quienes recién nos sintonizan, Life on Mars es una serie policial/fantástica que cuenta la historia de Sam Tyler (John Simm), un detective de Manchester (UK) que sufre un accidente en medio de una investigación y recobra la conciencia en el mismo lugar, pero en 1973. Si aún no la han visto, se las recomiendo, son apenas ocho episodios por temporada. De aquí en más puede haber algún que otro spoiler, así que, quien aún no la ha visto puede continuar leyendo a su cuenta y riesgo.
Podríamos resumir la temporada anterior diciendo que Sam resuelve varios casos y se va integrando, a trancas y a barrancas, al grupo de detectives que dirige Gene Hunt (Philip Glenister), mientras que en la vida real continúa en coma. También va forjando una relación semi-oficial con su compañera Annie Cartwright (Liz White), pero la situación general es precaria ya que si bien su mente lo ha transportado a 1973, su cuerpo continúa en una cama de hospital en 2006.
También se aclara el motivo del traslado de Sam: ha sido enviado como agente encubierto de Asuntos Internos para investigar la corrupción policial en Manchester, comenzando por su jefe, Gene Hunt, que está en el horno con papas. Por cierto que en esta temporada Sam termina encontrando al principal responsable, pero no es Hunt sino alguien aún más arriba en el escalafón y que ha puesto a Gene en la mira para pagar el pato.
Una de las tantas cosas buenas de esta serie es que no abusa del recurso de "pez fuera del agua" y más bien lo usa con mesura. En esta temporada, las "premoniciones" de Sam le fallan al menos una vez y casi ocasionan la muerte de un subordinado; en otra ocasión, simplemente confunde información, como cualquier hijo de vecino, y cuando alguien habla de David Jannsen como el protagonista de The Fugitive (la serie de TV), Sam lo corrige, pensando en la película de 1993 con Harrison Ford.
Eventualmente la situación llega a un punto en el que Sam debe escoger entre regresar permanentemente a 2006 o quedarse en 1973. Sam hace su elección y la serie termina. Me hubiera gustado que se postergara un poco el desenlace para poder así tener más episodios del "criminal de la semana", ya que las escenas con Simm y Glenister son oro en polvo y uno se queda con ganas de más.
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