Título original: Mafiosa
Editorial: Dark Horse
Año: 2021
Guion: Sunshine Barbito
Dibujo: Alessia Alfano, Débora Caritá
Color: Ronda Pattison, Mariacristina Federico
Grado: C-
Reseña: Hugo C
SPOILER ALERT: esta reseña contiene numerosos SPOILERS. Quedan avisades.
Como ya se habrán imaginado aquellos lectores más sagaces, la de hoy es otra historieta con una mujer como protagonista. Por supuesto que no es novedad en el mundo del cómic, donde las mujeres protagonistas son muchas y variadas, de Barbarella a Druuna y de Modesty Blaise a Wonder Woman, pero las tendencias culturales de estos últimos años hacen que uno esté particularmente atento a las protagonistas de nuevo cuño. En el caso de Mafiosa, lo bueno es que las autoras se han tomado la molestia de crear un personaje original. Después irá en cada uno si le gusta o no, pero al menos es un paso en la dirección correcta.
La historia cuenta las andanzas de Nicoletta Marchesi, una señorita binaria y cisgenérica (es decir, no LGBTQ+) que se ha criado en el seno de una familia mafiosa. Su padre y sus hermanos quieren que ella se dedique a los menesteres propios de su sexo –estamos en 1930, amiguites– pero a la niña le gustan las armas de fuego más que la danza clásica y no piensa dejarse encasillar en un rol secundario, así que se inmiscuye en los negocios familiares, aprovechando que tiene una visión 20/20 de la que carecen su padre y sus hermanos, lo que eventualmente la llevará a colgar las zapatillas de danza y dedicarse a los negocios de la famiglia a tiempo completo.
La de Mafiosa es una historia imposible que nunca sucedió, una fantasía tarantinesca, como lo es la muerte de Hitler acribillado a balazos en Inglourious Basterds (2010) o el que Sharon Tate saliera ilesa en Once Upon a Time in Hollywood (2019). Nicoletta es muchísimo más inteligente y hábil que sus hermanos, tanto que uno pensaría que se trata de un Michael Corleone travestido si no fuera que la historia no contiene personajes expresamente LGBTQ+. En la vida real, lo más probable es que Nicoletta hubiese terminado "durmiendo con los peces" como Luca Brasi.
La portada promete un dibujo más eficaz que el de las páginas interiores, que no es el que tal vez uno esperaría para este tipo de historias. Se trata de un dibujo algo precario y limitado, más propio de un cómic alternativo o underground, pero que, si uno tiene en cuenta que se trata de una fantasía anacrónica, tal vez sea el más adecuado. En cuanto al guión, su mayor pecado es el no dotar a la protagonista de la más mínima duda o vulnerabilidad, con lo que termina despojando al relato de todo posible misterio o crecimiento. Esperemos que eso cambie en futuras entregas, de haberlas.
Como he dicho al principio, lo bueno aquí es que las autoras no han recurrido a personajes ya establecidos ni se han dedicado a arruinar una franquicia sino que han intentado establecer algo original. Sospecho que hay una intención fundacional y que éste será el primer tomo de una saga si es que el público acompaña.